Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Ntro. Sr. Jesucristo
Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Ntro. Sr. Jesucristo (1929)
RESEÑA HISTÓRICA:
La Cofradía de la Preciosa Sangre de Ntro. Señor Jesucristo, fue fundada en el año 1929, cuando un pequeño núcleo de fieles cristianos apreció que a un acto tan conmovedor como es el derramamiento de la Sangre de Cristo, no se lo rendía tributo en la Procesión del Santo Entierro (actual Procesión General), e idearon formar una Hermandad que acompañase al Señor en ese día, y al efecto, por D. Alberto Guiloche, se trató de llevar a la práctica esa idea, solicitando audiencia al Sr. Arzobispo. Concedida ésta, el día 6 de abril de 1929, tuvieron el honor de ser recibidos por el entonces Prelado de la Diócesis, Excmo. y Rvdmo. Sr. Don Remigio Gandásegui, los cuales testimoniaron a su Excelencia su agradecimiento, por haberles autorizado a asistir corporativamente a acompañar a Nuestro Señor en su Santo Entierro, aunque no tuviera aún esta agrupación carácter oficial alguno.
Presentada y admitida la instancia, fue aprobado el Reglamento por decreto de la Autoridad Eclesiástica de fecha 11 de marzo de 1930. Al no disponer de sede, ni de talla propia, la Cofradía de la Preciosísima Sangre es recibida por la Ilustre Cofradía Penitencial de Ntra. Sra. de las Angustias en su iglesia Penitencial, permaneciendo allí hasta Febrero de 1952, año en el cual se volvió a abrir al culto la iglesia Parroquial de Sta. María de la Antigua, siendo esta designada como sede oficial de la Cofradía hasta nuestros días. Hasta 1942 estuvo alumbrando la imagen, propiedad de la Cofradía de las Angustias, conocida como “Cristo de los Carboneros”, obra de Francisco del Rincón (S. XVII), por haber sido portado por los mozos del carbón.
En estos primeros años de existencia de la Cofradía tan solo participaba en la Procesión del Santo Entierro, en la tarde del Viernes Santo. En la primera salida procesional por las calles de Valladolid, se alinearon 40 cofrades que portaban hachones eléctricos, y consiguieron la confección de sus primeros hábitos, que se componían de una túnica roja con peto al pecho y espalda de terciopelo negro, capirote, guantes y zapatos negros, colores de sangre y luto (en 1949 se agregó la capa de color rojo). En 1931, previa disposición del Excmo. Prelado de la Diócesis, la imagen iba escoltado por ocho cofrades, los cuales debían llevar vela litúrgica.
Una vez resueltos los trámites oportunos, y con la excelente predisposición que discurrió entre las Hermandades de las Angustias y de la Preciosísima Sangre, se inició la construcción de una carroza, que transportara dignamente la Sagrada Imagen, con una plataforma de madera, dos ejes centrados, uno de ellos giratorio para facilitar las maniobras de conducción. Se instalan cuatro candelabros de latón, con veinte lámparas de 5w, y una greca remate en la parte inferior de la plataforma de madera, frente a la cruz 44 lámparas tipo vela alumbraban de forma tenue la imagen del Crucificado, dando una visión angustiosa y muy exacta a la vez, del momento trascendental de la muerte. La carroza, dadas las buenas relaciones que manteníamos con la Cofradía de las Angustias, fue alojada en la Sala de Pasos, contigua a la Iglesia. Costó la cantidad de 1.000 ptas.
Los años 40 son motivo de curiosidades y actos que ilustran el crecimiento espiritual y organizativo de la Hermandad. Así en 1941 se toma la decisión de realizar un Novenario al Santo Cristo como acto religioso principal de la Cofradía, entre los días 22 al 30 de marzo. Las fiestas religiosas que celebraba la Cofradía, además del solemne novenario, eran el Vía Crucis todos los miércoles de Cuaresma, los Divinos Oficio, el Depósito de los Tres Credos y Tres Salves el Viernes de Dolor, el Triduo dedicado a la Preciosa Sangre y algunos otros más. La tradición del novenario perduraría en el tiempo hasta que fue sustituido por el actual Santo Quinario, que viene celebrándose en las semanas inmediatamente anteriores al Domingo de Ramos.
El cargo de Hermano Mayor data de 1942, y es la persona que asume la dirección de la Cofradía. Este cargo, sin embargo, empezó siendo honorífico, ya que la verdadera máxima autoridad de la Cofradía era la del Presidente.
En 1943, ante el visible deterioro de la talla del “Cristo de los Carboneros”, se comienzan a procesionar el “Cristo en la Cruz” de Juan de Juni (S. XVI), que se venera en el Convento de las RRMM Catalinas, donde dice la historia popular que a los pies del crucificado, descansan los restos del escultor. Durante unos años se procesiona, con gran alegría, por haber solucionado momentáneamente el vacío producido, pero una vez más la belleza está reñida con la disposición humana, y una grieta en el pecho del Crucificado y un gran riesgo de deterioro de la policromía, provocado por la lluvia, obligan a pensar en tener una imagen propia.
El 24 de febrero de 1952, la Cofradía de la Preciosísima Sangre, después de haber permanecido acogida en la Iglesia Penitencial de Ntra. Señora de las Angustias desde su fundación en el año 1929, por designación del Excmo. y Rvdmo. Prelado de la Diócesis, se traslada a la Iglesia parroquial de Santa María de la Antigua.
En 1952, deseando tener una talla propia, la Cofradía encarga al imaginero Genaro Lázaro Gumiel una talla inspirada en el Crucificado de Juan de Juni, pero que fuera de tamaño superior al original, con la única orientación de unas fotografías enviadas por la Cofradía.
En 1953 desfila por primera vez esta talla, llamada “Santísimo Cristo de la Preciosísima Sangre”, a la que se da culto en la capilla de los Tovar de la Iglesia Parroquial de Sta. Maria de la Antigua. En 1955 se estrena para la ocasión una carroza que destaca por ser guiada sin lanza, y con un mecanismo de abatimiento de la imagen para entrar y salir de la iglesia. Este proyecto de carroza fue posible sobre todo, a la desinteresada aportación de los cofrades Fernando de Andrés y Enrique Hernández Muñoz, y fue llevado a cabo en los Talleres Vulcano. Se completo el proyecto merced al innumerable conjunto de donativos de cofrades y hermana de devoción, así como de otras ilustres autoridades locales y organismos oficiales, en cuestación especialísima y sin parangón en toda su historia, llevada a cabo por la Junta de Gobierno de la Cofradía, al frente de la misma se encontraba D. Saturnino Gutiérrez.
En 1954, y coincidiendo con la celebración del 25 Aniversario de su fundación, se les concede el título de Venerable. En la década de los 70 es concedida a la Cofradía la Procesión de la Buena Muerte, en la noche de los Lunes Santo, acompañando al “Cristo del Olvido” (Pedro de Ávila, 1720), que se venera en la Iglesia de San Felipe Neri.
Los años 80 son de aparente tranquilidad, destacando la elaboración de la bandera que actualmente les acompaña en las procesiones.
A partir de los años 90 y hasta la actualidad, la Cofradía comienza a incremetar su número de cofrades, llegando hasta los 840. Se produce el paso de diferentes Hermanos Mayores: D. Ignacio Gutiérrez, D. Sebastián Cano, D. Pablo Marcos (precursor de importantes obras y cambios, tales como la reforma del calvario de la carroza o la fabricación de nuevos hachones y varas) y D. Jose Enrique Hernández Campos (que se caracterizó por renovar y aumentar el patrimonio de la cofradía, así como por sus iniciativas culturales y benéficas).
En el 2002, se produce el 50 aniversario del traslado de sede de la Cofradía, desde la Iglesia de Ntra. Señora de las Angustias, a su sede actual, la Iglesia de Santa María de la Antigua, y se quiso recordar la efeméride con unas conferencias, y con una Solemne Eucaristía presidida por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo de la Diócesis, D. José Delicado Baeza. En Marzo de 2002, se produce el acto de Hermanamiento con la Cofradía del Bendito Cristo del Amparo, de la vecina localidad vallisoletana de Corcos del Valle.
En este mismo año se produce una novedad en la Procesión de la Buena Muerte del Lunes Santo. Una vez concluido el acto de penitencia en el Santuario Nacional, se realiza una ofrenda floral y se entona la Salve Popular ante la imagen de Nuestra Madre Santísima la Virgen Vulnerata, que se encuentra en el Real Colegio de San Albano (los Ingleses).
En el año 2003 se celebraba el 50º aniversario desde que el escultor Genaro Lázaro Gumiel, tallara la imagen titular. La imagen fue restaurada para la ocasión y tuvo el honor de presidir el Pregón de Semana Santa, en el altar mayor de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de la ciudad. Entre otros actos, la Cofradía tuvo el honor de recibir en su sede, y durante la celebración del Santo Quinario y Besapie, al Arzobispo de Valladolid, D. Braulio Rodríguez Plaza.
En el año 2004 coincidiendo con el 75º Aniversario de la fundación de la Cofradía, se llevan a cabo diversos actos, destacando entre los mismos que la Cofradía fue protagonista del cartel anunciador de Semana Santa; la presentación del Libro “El Peso de la cruz (1929-2004)”; un ciclo de conferencias que versó sobre cada uno de los Cristos titulares que la Cofradía ha procesionado, época, autor y sociedad; una exposición con el patrimonio más destacado; una Eucaristía extraordinaria celebrada el 21 de marzo; un Certamen de bandas de cornetas y tambores; la I Edición del Premio Lázaro Gumiel a la Iniciativa Cofrade; y una Procesión Extraordinaria, que se celebró el 27 de marzo y que recorrió el centro de la ciudad, llegando al Convento de las RRMM Catalinas (lugar donde se venera el “Cristo en la Cruz” de Juan de Juni) y a la Iglesia Penitencial de las Angustias (donde se rinde culto al “Cristo de los Carboneros”).
Dña. Pilar Alonso, en 2005 es elegida Hermana Mayor, siendo la primera mujer que ostenta este cargo en la cofradía y fiel seguidora de la herencia de sus antecesores.
En el año 2013, tras diez años de gestiones diplomáticas, iniciadas por d. Enrique Hernández Campos y su Junta de Gobierno, les es otorgado por la Casa Real el título de REAL Cofradía.
Actualmente el Hermano Mayor es D. Eduardo Sánchez Velasco.
El Jueves Santo participa con los “pasos”, “Santísimo Cristo de la Preciosísima Sangre” (Genaro Lázaro Gumiel, 1953), y “María Santísima de la Caridad” (Rafael Martín Hernández, 2017) en la Procesión del Santísimo Cristo de la Preciosísima Sangre y María Santísima de la Caridad. El Viernes Santo participa nuevamente con su imagen titular en la Procesión de la Sagrada Pasión del Redentor.
Desde el año 2004, SSMM los Reyes de España, Don Juan Carlos I y Dña. Sofía de Grecia, son Hermanos Mayores de Honor de la misma.