Santísimo Cristo del Consuelo

En la madrugada del Miércoles al Jueves Santo de 1980 la Cofradía del Santo Sepulcro y Santísimo Cristo del Consuelo comenzó a organizar la procesión de la Peregrinación del Consuelo. La primera imagen que alumbró, hasta 1989, fue la del Santísimo Cristo de la Fe, propiedad de la Cofradía del Santo Cristo del Despojo. Al año siguiente, en 1990, la cofradía hizo lo propio con un Cristo Crucificado de la iglesia de San Lorenzo. De 1991 a 1994 se acompañó a otro Cristo Crucificado del convento de San Pablo. Y, finalmente, desde la Semana Santa la cofradía incorporó a su Peregrinación el Santo Cristo del Consuelo –advocación que ya habían recibido otras tallas del Crucificado– que Gregorio Fernández labró hacia 1610 y que recibe culto en la capilla de los Butrón en la iglesia del Monasterio de San Benito.

El Crucificado, de tamaño menor que el natural y cuerpo dotado de gran esbeltez y morbidez, va tocado por una corona de espinas tallada, una de cuyas espinas atraviesa una de las cejas. Viste un paño de pureza pequeño con los pliegues suaves y anudados en la pierna izquierda. Al tratarse de una obra temprana está trabajada con criterio académico y gran suavidad, algo que se puede ver en sus piernas. El dolor y sufrimiento quedan reflejados por la policromía oscura, los hilos de sangre o la herida del costado.