Preparativos para la Crucifixión

Preparativos para la Crucifixión fue labrado entre 1678-1679 por Juan de Ávila para la Cofradía de N. P. Jesús Nazareno. Este paso venía a copiar el primitivo que poseyó la hermandad y que tuvo que entregar al convento de San Agustín tras el pleito de 1676. La escena se desarrolla en el monte Calvario. Cristo –el original labrado por Ávila desapareció en un incendio en 1799, siendo reemplazado dos años después por otro de Claudio Cortijo (1748-1813). El actual es un Ecce Homo de Francisco Alonso de los Ríos, h. 1641)– se mantiene en soledad, angustiado y con el cuerpo repleto de heridas. Está rodeado por sus verdugos, tres grotescos sayones que están realizando las tareas precisas para clavarle en la cruz. En la parte delante está “el barrena” mirando desafiante al espectador al tiempo que apoya la rodilla en la cruz para perforarla con facilidad. A su lado de pie el Sayón del azadón se dispone a cavar el hueco en el que se insertará el sagrado madero. El tercero, apodado “el bizco”, agarra a Cristo del cuello por una soga, detalle no exento de simbología ya que en un cabildo de 1603 la cofradía acordó que por humildad llevarían una soga a la garganta durante la procesión.