Madre, ahí tienes a tu hijo

En 1954 la Cofradía de las Siete Palabras decidió montar la Tercera Palabra, Madre, ahí tienes a tu hijo. Para su composición escogieron el citado Cristo de las Batallas, sustituido desde 2012 por el Cristo del Amparo (Gregorio Fernández, 1621) de la parroquial de Zaratán, y dos efigies de la Virgen y San Juan (Gregorio Fernández, 1607) existentes en la iglesia de San Andrés.

La cabeza de Cristo ya está desplomada sobre el hombro derecho, ha muerto. La sangre mana a borbotones de sus cinco llagas. Frente a él se disponen la Virgen y San Juan a quienes poco antes de expirar dedicó su Tercera Palabra: “Madre, ahí tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu Madre”, con la que los conminaba a un acto recíproco de atención y amor a los seres más cercanos. Contrasta el profundo dolor que expresan la Virgen y San Juan: María mira al suelo, resignada, con un dolor interior sin estridencias, mientras que el Discípulo Amado observa a su Maestro mientras exterioriza su quebranto llevándose la mano derecha al pecho.