La elevación de la Cruz

Y Cristo es elevado en la Cruz en la que morirá para redimir a la humanidad del pecado original. Este es el momento tan trascendente que inmortalizó Francisco del Rincón (h. 1567-1608) en el paso de La Elevación de la Cruz que labró en 1604 para la Cofradía de la Sagrada Pasión. Momento histórico clave y también grupo procesional clave ya que fue el primero en desfilar por Valladolid que estuvo compuesto íntegramente por imágenes de madera policromada –material que permitía una mayor calidad artística y monumentalidad– a tamaño natural puesto que hasta entonces se venía usando el papelón. Rincón concibió una composición sumamente teatral en la que a pesar de su aparente desorganización existe una rigurosa simetría y un esquema piramidal.

La escena la componen ocho personajes: Cristo vivo con la anatomía completamente tallada y el cuello violentamente torcido por efecto de la elevación, los dos ladrones esperando su turno para ser crucificados, y cinco sayones realizando las operaciones necesarias para elevar la cruz. Sayones y ladrones se caracterizan por sus rostros burlescos, actitudes grotescas, posturas activas y enérgicas y ropajes de encendido colorido. Destacan los llamados sayones “reventados”, seres patibularios, socarrones y mal vestidos.