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Real y Venerable Cofradía de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo
El 22 de abril de 1929 quedaba constituida la Cofradía de la Preciosa Sangre por un grupo de devotos, encabezados por don Alberto Guiloche, deseosos de rendir tributo al derramamiento de la Preciosa Sangre de Cristo en la procesión del Santo Entierro (actual procesión general). Aprobado el Reglamento por el Arzobispo el 11 de marzo de 1930, al carecer de sede y de imagen titular la Cofradía de las Angustias les permite disponer de su templo, en el que permanecerán hasta 1952 en que se trasladará hasta la cercana iglesia de Santa María La Antigua, convirtiendo desde entonces la capilla de Santa Ana o de los Tovar en su sede canónica. Asimismo, la cofradía de las Angustias les cedió el Cristo de los Carboneros (atribuido a Francisco del Rincón, hacia 1606) para que lo alumbren en sus salidas procesionales. A esta primera imagen titular, a la que darían culto hasta 1942, le seguiría el Cristo de las Catalinas (Juan de Juni, hacia 1572-1573) entre 1943-1952 y, finalmente lograrían hacerse con una imagen titular propia: el Cristo de la Preciosísima Sangre (1953) que encargarían al escultor aragonés Genaro Lázaro Gumiel.

Una cruz dorada de puntas abiertas inscrita dentro de una orla ovalada rematada con la corona de la casa real española.
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Fundada en 1929
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Iglesia de Santa María la Antigua
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Túnica y capa roja. Capirote, cíngulo, guantes y zapatos negros.
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www.preciosisimasangre.com secretaria@preciosisimasangre.com
Además de su participación en la procesión general desde 1930 también comenzaría a formar parte de la renovada procesión de Penitencia y Caridad de 1941, en la que estaría acompañado de la Cofradía de la Piedad, que alumbraría también a su imagen titular, La Quinta Angustia (Gregorio Fernández, hacia 1627). Durante casi 80 años ambas cofradías, sumándose algunas veces la cofradía de la Pasión, seguirían celebrando la procesión hasta 2019. Tras el paréntesis que supo la pandemia del COVID-19, la cofradía abandonó esta procesión ya que había recibido autorización para celebrar una propia: la procesión del Santísimo Cristo de la Preciosísima Sangre y María Santísima de la Caridad en la misma tarde del Jueves Santo. Su primera salida se produjo en 2022 y en ella alumbrarían a sus dos titulares: el Santo Cristo de la Preciosísima Sangre (Genaro Lázaro Gumiel, 1953) y María Santísima de la Caridad (Rafael Martín Hernández, 2017).
En 1977, comenzarían a celebrar en la noche del Lunes Santo la procesión de la Buena Muerte, en la que alumbran por las calles más céntricas de la ciudad al Santísimo Cristo del Olvido (Pedro de Ávila, 1720), imagen cedida por la congregación de sacerdotes que rige el Oratorio de San Felipe Neri. Esta procesión se vio enriquecida desde el año 2002 al celebrarse un encuentro con Nuestra Madre Santísima la Virgen Vulnerata (escuela andaluza, siglo XVI) a las puertas de su templo, el Real Colegio de San Albano (los Ingleses), acto que se ha convertido en uno de los más populares de nuestra Semana Santa.
En el año 2004 comenzó a otorgar el Premio Lázaro Gumiel a la iniciativa cofrade, reconociendo así anualmente las labores desinteresadas, profesionales y personales de las personas e instituciones que trabajan y ensalzan la Semana Santa de Valladolid.
El 5 de junio de 2013, Su Majestad el Rey don Juan Carlos I, otorga a la cofradía el título de “Real Cofradía”.
Actualmente la cofradía organiza en la noche del Lunes Santo la procesión de la Buena Muerte, en la que acompaña al Santísimo Cristo del Olvido, y la procesión del Santísimo Cristo de la Preciosísima Sangre y María Santísima de la Caridad en la tarde del Jueves Santo, en la que hace lo propio con sus dos imágenes titulares. Asimismo, en la procesión general del Viernes Santo acompaña al Santísimo Cristo de la Preciosísima Sangre.









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