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Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias
Tradicionalmente se viene registrando la fundación de la cofradía en 1536 al conservarse en su archivo una bula del papa Pablo III fechada en dicho año, si bien sus primeras Reglas fueron aprobadas el 26 de noviembre de 1569 por el Abad de Valladolid, con el nombre de Cofradía de Nuestra Señora de la Quinta Angustia y Angustias y Soledad de Nuestra Señora de los Desamparados. En sus inicios regentó una ermita con hospital en la calle de las Angustias Viejas (actual calle Torrecilla) hasta que un generoso cofrade y rico mercader, Martín Sánchez de Aranzamendi, y su esposa Luisa de Ribera costearon una nueva iglesia penitencial frente al palacio del Almirante de Castilla don Alonso Enríquez, hoy frente al Teatro Calderón. Una vez acabadas las obras, que se prolongaron entre 1597-1606, afrontaron el alhajamiento del interior, incluido el retablo mayor, obra maestra del insigne escultor Francisco del Rincón, y otorgaron la escritura de patronato del templo para sí y sus sucesores en 1613. La Cofradía de las Angustias puede enorgullecerse de custodiar en su templo imágenes de tres de los grandes maestros de la escuela vallisoletana: Juan de Juni, Francisco del Rincón y Gregorio Fernández.

Una cruz con un corazón cerca del pie en el que se clavan dos espadas que nacen de los extremos del travesaño.
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Fundada en 1536
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Iglesia Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias
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Túnica y capirote azul turquí con bocamangas blancas. Cíngulo rojo. Guantes y zapatos negros.
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www.cofradiadelasangustias.org/inicio cofradia@cofradiadelasangustias.org
A comienzos del siglo XVII mantuvo continuos conflictos con la Cofradía de Nuestra Señora de la Piedad debido a la hora de celebración de sus respectivas procesiones por lo que el obispado de Valladolid obligó a ambas a fusionarse en 1617, como la solución no agradó a ninguna de las hermandades esta unión artificial se mantuvo tan solo hasta 1630. La cofradía efectuaba su procesión de Regla en la tarde del Viernes Santo, trasladando los pasos el día previo al convento de San Pablo, cenobio con el que siempre mantuvo una estrecha relación y desde cuya iglesia partía la procesión de Regla. Durante las primeras décadas de existencia alumbraría grupos procesionales de papelón, de los que nada ha subsistido, amén de la Imagen titular de la cofradía, Nuestra Señora de las Angustias (Juan de Juni, hacia 1561), cuya primera salida a las calles debió de impactar a los vallisoletanos por tratarse de una talla de madera policromada de gran tamaño cuando lo que por entonces se estilaba eran imágenes de tamaño más reducido y en su mayoría de papelón. A lo largo del siglo XVII encargaría los pasos procesionales que han llegado hasta la actualidad: el primero fue el monumental Cristo de los Carboneros (atribuido a Francisco del Rincón, hacia 1606), al que siguieron El Descendimiento (Gregorio Fernández, 1616-1617), Cristo Yacente (Anónimo vallisoletano, hacia 1640) y El Santo Sepulcro (Alonso y José de Rozas, 1674-1681 y 1696-1697).
A comienzos del siglo XVIII la devoción a la Virgen de las Angustias estaba tan extendida, como así lo testimonian las infinitas copias y versiones que de ella se hicieron, que la cofradía vio necesario dotarle de un espacio propio de manera que la construyó una capilla finalizada en 1710 y ricamente alhajada con retablos, esculturas y pinturas. En un principio se la dispuso en un tabernáculo barroco hasta que en el neoclasicismo el cambio de gusto propició la erección de uno acorde con las corrientes imperantes, que es el que actualmente podemos contemplar. La crisis reinante en la Semana Santa desde mediados del siglo XVIII llevó a una reducción del historiado de los pasos en la calle. Todo ello se vio agravado por la nueva procesión del Santo Entierro ideada por el comisario de policía José Timoteo de Monasterio, y autorizada por el gobernador intruso Kellermann. Sería la única procesión que se celebraría en toda la semana y tendría como punto de partida la iglesia de las Angustias. Sin saberlo, esta procesión sería el germen de la actual denominada procesión general de la Sagrada Pasión del Redentor.
Con la renovada procesión del Santo Entierro (procesión general) ideada por el arzobispo Gandásegui, comenzada a celebrar en 1923, la cofradía alumbraría a Nuestra Señora de las Angustias. Ese mismo año también empezaría a organizarse la procesión de la Soledad, que tenía como única protagonista a la Virgen de las Angustias a la cual rodeaban y acompañaban miles de vallisoletanas la noche del Viernes Santo tras haber acabado la del Santo Entierro. Otro año importante fue 1958 pues sería el primero en el que se configuró la procesión del Encuentro de la Santísima Virgen con su Hijo en la calle de la Amargura, en la cual se encontraría durante muchísimas décadas con el paso de Camino del Calvario (1614-1615), primeramente alumbrado por la Cofradía de la Sagrada Cena y posteriormente por la del Cristo del Despojo.
Importante fue su participación en la procesión de Sacrificio y Penitencia que durante muchos años (1978-1995) compartió en la noche del Jueves Santo con las cofradías de la Vera Cruz y Jesús Nazareno, y que en sus últimos tiempos (1996-2002) lo haría de manera independiente. Esta procesión se transformaría a partir del año 2003 en la procesión de Regla de la Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de las Angustias.
El 3 de octubre de 2009 la Virgen de las Angustias fue coronada canónicamente por Braulio Rodríguez Plaza, que hacía unos meses había sido nombrado arzobispo de Toledo, procedente de la archidiócesis de Valladolid que por entonces estaba en sede vacante.
En la actualidad la cofradía alumbra a Nuestra Señora de las Angustias en la procesión del Encuentro del Martes Santo, en la que se encuentra con su Hijo -Cristo camino del Calvario (Miguel Ángel González Jurado, 2009)- en la plaza del Colegio de Santa Cruz, en dos ocasiones a lo largo del Viernes Santo: en la madrugada en la procesión de Regla, junto a los pasos del Cristo de los Carboneros, San Juan y Santa María al pie de la Cruz -reconstrucción parcial del histórico Descendimiento que en ocasiones ha contado con las copias de los ladrones propiedad de la Cofradía de las Siete Palabras- y el Cristo Yacente; y en la tarde-noche en la procesión general; y una vez finalizada aquélla, ya a comienzos del Sábado Santo, en la procesión de la Soledad, siendo acompañada por cientos de hermanas de devoción. Por su parte, en el mes de mayo celebra la llamada Fiesta de la Alegría en la que alumbra a la Virgen de la Encarnación por las calles del centro de la ciudad. No podemos dejar pasar por alto que en su Sala de Pasos organiza a lo largo del año diversas exposiciones o actividades culturales.

Pasos Procesionales

Nuestra Señora de las Angustias
Juan de Juni (Hacia 1561-1570)
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Cristo en la Cruz o Cristo de los Carboneros
Atribuido a Francisco del Rincón (Hacia 1606)
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Cristo Yacente
Anónimo vallisoletano (Hacia 1640)
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San Juan y Santa María Magdalena al pie de la Cruz
Gregorio Fernández (1616-1617)
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